Diseño y patronaje sujeto a nuevos parámetros tales como las líneas de nacimiento del cabello en las partes frontal, temporal y occipital del cráneo. La Capelina cubre en su totalidad el área pilosa del cráneo, rostro y cuello, evitando la exposición de las zonas hipersensibilizadas y las zonas estéticamente conflictivas como patillas y nuca, que evidencian la ausencia de cabello.

Su diseño ajustado a la esfericidad de la zona parietal, a la elipse craneal junto con el escalado de tallas, proporcionan una sujeción envolvente y una adaptabilidad inmediata, potenciada por la incorporación del tirante de ajuste trasero para situaciones de extrema necesidad, como el uso de cascos, tirones, enganches o fuertes vientos. Su morfología permite su colocación sin necesidad de un espejo, eliminando el tiempo que la mujer destina a la colocación de artículos similares para una correcta apariencia.

Esta característica se ha desarrollado en base a tres premisas, presión, roces y transpiración. Se elimina la incómoda presión perimetral, redistribuyéndola hacia las reforzadas costuras verticales de las piezas frontales y mediante la prolongación de dichas piezas a la altura de la sien, donde se incorpora el tirante de ajuste. Se libera la frente y las orejas de toda presión, facilitando incluso el total descubrimiento de las mismas, gracias a la pieza frontal, que resuelve la cobertura de las patillas. Se eliminan los roces con una confección reversible, con orientación hacia el interior. La transpiración, se resuelve minimizando la cantidad de tejido empleado, escogiéndolo en base a una máxima transpirabilidad.

El patrón interior satisface las necesidades anteriormente mencionadas y el patrón exterior tiene por cometido proporcionar el máximo volumen con el mínimo tejido. En el diseño se ha contemplado el uso de gafas, que resultan incómodas e incluso dolorosas por a la elevada presión perimetral a la que el tejido somete la zona lateral y que, a su vez, limita el uso de pendientes.